¿Qué haríamos ahora sin un movil? Sencillamente nada. Parece que este aparatejo ha vivido con nosotros toda la vida, y no es así.
Recuerdo, los primeros moviles que llegaron a nuestro país, eran unos auténticos armatostes. Eso en cuanto a aparatos, si hablamos de corbertura ya no digo nada. Para poder tener una conversación medianamente aceptable había que estar quieto como una estatua para que no se cortase.
En un desplazamiento a Cáceres, donde por cierto fue el último partido que ganó el C.D. Estepona a domicilio, al pasar la crónica del partido para Onda Cero, la única forma de la que pude hacela fue subido a un poste telegráfico en Almendralejo. En una mano el movil y la otra mano agarrando el poste para no caerme. Claro como no tenía más manos, tuve que comentar dicha crónica de memoria. ¡Qué tiempos aquellos de radio!
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