lunes, 17 de junio de 2013

Ya quisiera yo ese parquet para los partidos

Hacía años, siglos diría yo, que no me paso por estos lares.  Y fijaros que me apetecía escribir algo, aunque desde luego lo que ahora escribo no es agradable, aunque lo recuerde con mucho afecto.

El titular de este post es lo que me comentó un día Manel Comas justo después de un entrenamiento a mitad de temporada del Cajasol de Sevilla en el Pabellón de La Lobilla de Estepona (Málaga), "Rafa, ya quisiera tener yo este parquet en San Pablo en los partidos ACB".

Cuando hoy me he enterado de su muerte, me ha pillado en directo en radio.  Ha sido el técnico el que por línea interna me lo ha comunicado.  Siempre una noticia de estas te deja frío, aunque sabes de su enfermedad.  

En ese mismo momento se me ha venido a la mente aquella tarde de febrero en la que estuvimos charlando.  Sentado en los escalones que dan acceso al pabellón, con un cigarro en la mano y contando anécdotas, antes y después de la entrevista.  Sinceramente os digo que en aquel momento estaba ante el Manel Comas persona y no ante el Manel Comas técnico. Yo había conocido al entrenador, a aquel tío que era capaz de decirle barbaridades a sus jugadores, y ahora estaba frente a un hombre.  Eso si, hablamos de basket.  Y fue ahí cuando me di cuenta el carisma que este hombre tenía en el baloncesto español.

Al despedirnos, me comento que era un bicho raro, que había entrenado a casi todos los equipos catalanes, desde aquel Licor43 menos al Barça, y que no le importaba ya que el era "perico" (seguidores del RCD Espanyol). Aprovechó para decirme que le enviase un saludo a otro "perico" de pro, Tomás Guasch, al cual lo vería unas semanas después.  "Tú le dices que le envía recuerdos el sheriff, con eso ya sabe quien soy".

Precisamente, días antes de ese encuentro se realizaba el traspaso de Pau Gasol por los Lakers, y me dijo "va a ser un bombazo Rafa.  En breve un español se colocará un anillo NBA".

Por eso hoy le quiero recordar como siempre le vi, con su melena al viento, y con la duda si él, Javier Moracho y Pablo Abraira eran trillizos. D.E.P.