martes, 9 de marzo de 2010

Museo del infortunio

¡Qué diferencia hay entre un museo taurino y uno deportivo! Cuando visitamos uno taurino, nos fijamos en aquel traje que llevaba dicho diestro en aquella tarde que sufrio tal cojida, o aquella cabeza de res que fue protagonísta por un hecho trágico.
Sin embargo, cuando visitamos un museo deportivo, todo son de glorias y alegrías.
¿Os imaginais un museo donde estuviesen reunidos: la bicicleta de Perico cuando se cayó en el Tour del 93, los guantes de Arconada en la final de la Eurocopa del 84, el coche de Carlos Sainz (el del famoso "trata de arrancarloooo por dios", los esquies de Blanca Fernández Ochoa en la bajada de Calgary, las botas de Raúl cuando falló el penalti ante Francia en la Euro 2000, o el silbato de Al-Ghandour que nos birló unas semifinales en el mundial de Corea-Japón?
Por cierto, que un muy buen aficionado de La Línea de la Concepción (Cádiz), tiene en su casa uno de estos objetos que pudieron ser un infortunio, y que afortunadamente quedó en una anécdota, no es otro que aquel famoso tubular pinchado con el que Abrahan Olano se proclamó Campeón del Mundo de Ciclismo en Ruta en 1995 en Duitama (Colombia). 
Para aquellos que no recuerden la gesta, aquí se la dejo, con la voz de mi admirado Pedro González (TVE).

 

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