Después de unos días sin ganas ni de escribir, no sé si por el calor o por qué, hoy me he decidido a poner algo por aquí. Más que nada para no ir perdiendo el contacto con el blog.
Este es uno de esos veranos que me gustan; uno de esos veranos que no paras: Mundial dentro de una semana, con todo lo que ello conlleva de mover parabólicas e ir buscando enlaces en la red para ver los partidos que no se emiten en abierto. Qué me diría ahora el señor Cascos sobre el interés general.
Luego viene el Tour, donde a pesar de los pesares, de los vampiros y del motor de la bicicleta de Cancellara; Contador lo va a ganar.
Y acto seguido, ya sin tregua, una temporada más; otro año más (no sé si en Segunda B o Tercera, a raiz de las declaraciones del Presidente del Estepona), pero siempre con el gusanillo de Madrid-Barça y a ver si este año vamos limpiando la gabarra (que ya va siendo hora).
En breve os contaré una historia que me pasó con Abrahan Olano, que no deja de ser curiosa.
Por cierto, esto va dirigido a ese que me da consejos a través de otro. Pisha, llamame anda, que una llamadita no cuesta tanto, y a pesar de lo que pienses, NO NOS OLVIDAMOS DE TÍ.
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