Todo, absolutamente todo en la vida tiene un principio y un final. Y el fútbol es como la energia, ni se fabrica ni se destruye, sino se transforma.
El fútbol, dicen, lo inventó los ingleses. Poco a poco fue evolucinando hasta llegar a las primeras competiciones grandes (Juegos Olímpicos y el primer Mundial en Uruguay).
La segunda generación de este deporte llamado fútbol puede estar en Brasil 1950. Tras una terrible guerra que asoló a media Europa, el fútbol, una vez más, conseguía poner sonrisas, lágrimas y sobre todo emoción.
La tercera generación puede bien ser la que deslumbró al Mundo, con una hornada de fútbolistas inigualables (Pelé, Garrincha, Puskas).
Luego vendría la generación de los Beckembauer, Cruyff o Boby Chalton. Más tarde Platini, Socrates, Zico o el Dios Maradona.
Más actual es la generación de las "R" (Romario, Rivaldo, Ronaldo).
Ahora, la generación que triunfa es la de Cristiano y Messi.
¿La próxima?, quién sabe: puediese ser la del fútbol africano tras e papel de Ghana en el Mundial.
Sin embargo, echas la vista atrás y parece que el fútbol no ha cambiado; y lo peor de todo; parece que el fútbol no quiere cambiar.
Estamos en pleno siglo XXI, y los caducos dirigentes de FIFA no se dan cuenta de que la modernidad ha de llegar a este deportes. ¿Quizá porque haya intereses ocultos?
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