lunes, 21 de noviembre de 2011

Lo que pasó


En un día donde, seguramente los resultados más importantes no fueron los que se consiguieron en un terreno deportivo; hay que hablar de ellos, de los deportivos.  Y aquí creanme, hay un equipo que gana por mayoría absoluta.  Y al contrario que pasa con el resto del país, que se ha tildado de azul, este equipo va de rojo; de un rojo pasional, fruto del amor y complicidad que este equipo tiene con su afición.

Ayer, a más de 300 kilómetros, en el que quizá sea el campo más complicado de la primera vuelta, estos chavales demostraron que tienen coraje, casta y orgullo.  De no ser así no estarían en lo más alto de la tabla y con números que marean, solo de verlo.

Y todo ello en una jornada, donde un inútil volvio a hacer lo que sólo saben hacer los salvajes, es decir, animaladas: Cargarse un partido donde Martins metía el gol más bonito que se puede meter, el gol de la vida.

Pero como en cualquier resultado que se precie, no todo pueden ser buenas noticias.  Unos ganan y otros pierden. Y la derrota venía de manos, una vez más, del Clínicas Rincón Benahavís.  Y lo malo es que parece que nos estamos acostumbrando a estas derrotas. 

Solo decirle a los aficionados al basket, que miren los periódicos de hoy, y se apliquen sus titulares.  “Se auguran nuevos tiempos”.  Ojalá que para el Clínicas Rincón también.

No hay comentarios:

Publicar un comentario