Después de año sin aparecer por estos lares, debido simplemente a que no me encontraba con ganas de expresar aquí toda una rabia contenida por diversos motivos; hoy lo hago para hablar de la alegría que debemos tener todos los malagueños por el pase a Cuartos de Final de la Liga de Campeones del Málaga C.F.
Bien es cierto decir que el fútbol de la capital nunca se ha portado bien con la provincia. Ni el extinto C.D. Málaga y ahora el Málaga C.F. mira a los equipos de la provincia para intentar llegar a convenios de colaboración.
Pero el partido de ayer con el Oporto significa para la provincia algo, o mucho más que fútbol, significa promoción, significa ingresos para una zona que con la crisis que está cayendo buena falta hace, y significa: olvidarnos de los problemas cotidianos que nos van surgiendo en el día a día.
Seguramente ayer en La Rosaleda estaba mi compañero Rafa García Cruz, un malaguista de pro, al que echo de menos a la hora de redactar este post. Quizás por eso, porque como él, otros no están, por eso entre otras cosas, es por lo que llevo todo este tiempo sin querer abrir esta ventana. Pero a lo que iba, ayer Málaga entera vibró por los cuatro "costaos" y respiró fútbol, doblegando a todo un campeón de Europa como es el Oporto, cuando apenas unos años atrás estábamos jugando en campos de Tercera; y el único que confió en este equipo, además de su afición fue el entonces presidente Fernando Puche con aquella famosa frase "Málaga tiene afición, ciudad y equipo para jugar una Champions de Campeones".
Seguramente ayer, los Viverti, Migueli, Juanito, Macias y Gallardo, entre otros ayudaron desde el rincón de los dioses. Ayer, tras días de lluvia torrencial el cielo celeste se tiñó con nubes blancas, formando los colores del equipo de mi tierra.
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