viernes, 3 de diciembre de 2010

En Rusia en verano no hace frío

La mayor agencia de viajes del Mundo, la FIFA, ya está organizando unos viajes a 8 y 12 años vista.  Pero ojo, a 8 y 12 años para preparar el viaje, que no para pagarlos; estos viajitos ya están pagados de antemano por las diferentes Federaciones a costa del Fútbol más modesto.  Eso si, en el "todo incluido" no se escatima en gastos eh; hoteles de cinco estrellas y caviar, ruso por supuesto.  Lo que más dudo es si los Qataries colocaran el harem, dado el estado vejestorio del Cuerpo Diplomático del mayor organismo del Balompié.
Con las adjudicaciones de Rusia y Qatar como sede de los Mundiales de 2018 y 2022 respectivamente se deja claro muchas cosas.  La primera es que, hoy en día los Estamentos Deportivos quieren proyectos faraónicos (recordar que tanto los Juegos Olímpicos de Londres 2012 como estos Mundiales son eso, meros proyectos de ordenador).  Por otro lado se habla de petrodólares, y es que, viendo como está el panorama FIFA ha querido asegurarse algo de dinerillo.
Pero también me quedan dudas: Qatar es un país donde el fútbol no brilla. Se van a construir 22 estadios desmontables, con el fin de luego montarlos en cualquier parte del mundo. Menudo negocio. ¿Tendrá FIFA algún interés en ese construyo, destruyo, traslado y vuelvo a construir?
Por otro lado, al escogerse la sede del 2022 es porque estos caducos dirigentes piensan seguir en el sillón hasta entonces.
Y en cuanto a Villar, sólo decir, que se ha equivocado una vez más.  No se puede ir de la mano de nadie a organizar nada, porque a FIFA no le interesa invitar a dos anfitriones. Además esto fue una pantomima, ya que Portugal sólo ponía dos sedes.
No se puede ganar una candidatura con promesas.  Si no, habérselo preguntado a Samaranch.
Y la gran duda de todas: Villar es vicepresidente.  O pinta menos que un mecánico llego de grasa o va a ser verdad que estos tíos de FIFA son honestos.

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