Periodismo de hoy y de ayer

Nunca jamás he entrado en polémica sobre Periodistas de carrera o Periodistas sin carrera.  Para mí simplemente hay Periodistas, independientemente si unos tienen una licenciatura o no; aunque yo personalmente, que no tengo la carrera, prefiero autodenominarme como mero informador.

Mirad, hace una semana que he vuelto al tajo de la comunicación, tras una intervención quirúrgica; y sé que con mi vuelta he hecho feliz a alguna gente (habría que ver el por qué esa gente se ha sentido feliz al verme); pero puedo asegurar que este periodo de inactividad me ha hecho reflexionar sobre donde va el periodismo de hoy en día.

Mientras en la sociedad "barriobajera" existe el debate de titulitis, resulta que esa misma "sociedad" no exige la licenciatura a una tertuliana en un programa de televisión a nivel nacional, simplemente porque gusta como es esa tertuliana, o porque "raja", del verbo rajar contra su ex y contra la mujer de su ex, contra la familia de su ex, y contra el ex del ex del ex.

Claro, hablando de titulitis, los JEFAZOS no entienden de títulos.  Si es un medio privado, pues colocamos un hacha de las finanzas y el mundo de los negocios para hacer caja.  Si el medio es público, pues se coloca al amigo del amigo del primo segundo del tio del político de turno, por que me hizo un favor a la hora de coser la pancarta que llevamos al mitín cuando vino el GRAN LIDER.

Eso sí, aunque no se tenga título, aquí te llega cualquiera de la calle, y sin venir a cuento te salta y te dice: "oye, esto no lo digas" o " creo que deberíais decir tal cosa".

Antes, hace tiempo, cuando únicamente existía una sola radio y una sola televisión, éstas estaban para formar, informar y entretener. Toda la familia se reunia alrededor de una mesa de camilla, en silencio a escuchar.  Aún recuerdo la primera vez que entre en Estudio 1 de La Casa de la Radio en Prado del Rey y vi el set donde se hacían las antiguas radionovelas.

Ahora un medio de comunicación está para des-informar, para ganar dinero y para contar las cosas según del lado que el viento haga soplar la bandera.