Está visto y demostrado que el
rojo está de moda: Tras varios años de gloria con las diferentes selecciones
nacionales, es ahora un equipo vestido de rojo el que está ilusionando a una
afición que, aunque escasa en cuanto a número, no deja de animar a sus
colores. Ayer esa simbiosis de
afición-equipo se demostró una vez más en el municipal de Armilla, cada uno
dando de sí lo que le corresponde: la afición puso el calor, y el equipo el
color, rojo por supuesto.
Por cierto, y antes que se me
olvide, y siguiendo con el rojo. Otra
selección, la más laudeada de cuantas tenemos, volvía a convertirse en campeona
del Mundo. Me estoy refieriendo a la de Hockey sobre patines, que golpe a golpe
derrotaba a Argentina en la final.
Y golpe a golpe, pero con deportividad,
un esteponero, Jorge Benítez se hacía con el título nacional de Muay Thai,
demostrando que sí, que se puede ser profeta en su tierra.
La pasada semana os lo advertí,
hoy les hablaría de alegrías en la cantera esteponera. Prácticamente todos sacaron tajada, incluido
el cadete de la Esteponense que comenzaba la categoría, así como el juvenil del
Estepona Fútbol Sala.
El único mal sabor de boca ha
llegado del mundo de la canasta, donde el Clínicas Rincón Banahavís, más que
jugar al baloncesto, lo que jugó fue un encuentro de minibasket a tenor del
marcador de los de Manolo Povea, 37 puntos.
Iniciaba este comentario hablando
de un color, el rojo. Un rojo que,
combinado con el azul son los colores que mandan en la actualidad en el fútbol
nacional. Barça y Levante encabezan la
clasificación de Primera. A ver si el
rojo aquí desaparece, el azul se destiñe un poquito, y la próxima semana un
equipo blanquiazul, es decir, el Málaga se pone en todo lo alto.
Como en todo lo alto se ha puesto
Carlos Checa en el primer mundial Superbike para nuestro país, demostrando que
los motociclistas son como los rokeros, que nunca mueren.
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